¿Porqué no soy feliz?

El Maestro aseveró, mirando a sus discípulos uno por uno:

“Una de las razones de la infelicidad de tantas personas es el beneficio asombroso pero evidente que sacan de sus achaques”.

“Os quiero contar un anécdota de mi última viaje.Como sabéis viajé en tren; por la noche estuve tumbado en mi litera, pero no pude pegar ojo, porque desde la litera de abajo se escuchaban ininterrumpidamente gemidos y lamentos:

“Ay ay, porqué tengo tanta sed…? !Ay que sed tengo!!Si tuviera agua…! Ay pobre de mí que sed tengo!…

Como los suspiros y lamentos no cesaban, bajé al final la escalera y me puse en camino para buscar algo de beber.A esa hora no era nada sencillo, pero finalmente encontré a un empleado que me vendió dos vasos de agua. De vuelta al compartimento, le di los asos a mi sediento compañero de viaje.

“Gracias a Dios! exclamó,!esta es mi salvación !” y se bebió de golpe los dos vasos de agua.

Yo subí de nuevo a mi estrecha cama,acompañado de las bendiciones del así salvado.Apenas me había acomodado y cerrado los ojos, cuando volví a escuchar gemidos que procedían de mi vecino de abajo:

!Oh Jesús, Jesús,qué sed tuve…! ¿Porqué habré tenido tanta sed? ójala no vuelva a tener tanta sed…! ¿Estaré quizás enfermo por haber tenido tanta sed?”.

En cada segundo, en cada momento, añadimos a nuestro pasado una pieza del puzzle.Cada pensamiento, cada sentimiento o cada acción será en el próximo momento parte de nuestro pasado.

Echa un vistazo a tu vida pasada como si fuera una película en la que tú eres el guionista, el director y el protagonista principal en una misma persona.

Recuéstate cómodamente, toma un mando a distancia imaginario y haz zapping por tu vida.Acerca virtualmente algunas experiencias y aventuras, acerca con el zoom las caras queridas y quita los colores y el tono si no quieres ver todavía determinadas situaciones.

Y mientras contemplas la película de tu vida, caerás tarde o temprano en el presente, allí donde el pasado ya ocurrió y el futuro no ha empezado todavía.

Imagínate cómo continuaría probablemente tu película. Día a día, semana a semana, año tras año, delante de tus ojos interiores se desarrolla la bobina de la película de tu vida, tal cual la filmarías de hoy en adelante. Y mientras los años pasan y tu guión se sigue tejiendo momento a momento te haces cada vez más viejo y un buen día aparece tu tumba delante de ti.

Y entonces estás dentro de tu tumba y escuchas la oración fúnebre, ves cómo tus parientes y amigos hablan sobre ti y echas un vistazo retrospectivo a tu vida, a todo lo que has hecho y a todo lo que no has hecho.

Después del último achaque que supone estar sin este cuerpo físico en ese imaginario viaje, es muy probable que sacarás el provecho de ser feliz aquí y ahora, estés donde estés, cómo y con quien estés.

Basado en las enseñanzas de Marlies y Klaus Holitzka.